¿Qué esconden las ondas de radio? Para mí, una sorpresa

En alguna ocasión he hablado sobre la utilización de portadoras, ruidos concretos que se pueden utilizar, teóricamente, para obtener psicofonías con mayor facilidad. Lo más común parece ser utilizar el ruido blanco, el típico siseo de una radio o una televisión analógica desintonizadas. Pronto dedicaré un artículo dedicado a estos métodos, su fiabilidad y sus resultados, pero en esta ocasión veremos si realmente las ondas de radio encierran misterios que no comprendemos. ¿La sorpresa? En la parte final del artículo.

Una gran cantidad de investigadores ven en la recepción de radio la principal baza para la transcomunicación. Friedrich Jürgenson, Constantine Raudive, Marcello Bacci, Anabela Cardoso, Sonia Rinaldi... Una lista interminable desde que se empezó a experimentar de esta manera.

Pero, ¿qué pasa en España? Corregidme si me equivoco, ojalá sea así, pero mientras en otros países se intenta avanzar, aquí estamos todavía en la etapa de "buscar voces de los muertos en lugares encantados". Me consta que realmente hay gente que se interesa de verdad por la transcomunicación en este país, pero me temo que son pocos, y desde luego no tienen el más mínimo respaldo por parte de otros más "ilustres". Pero bueno, eso tampoco es motivo para escandalizarse, si no lo hacen otros, pues ya lo hago yo.

En mi anterior artículo, Mi primer acercamiento a la Transcomunicación Instrumental, expuse algunas de mis primeras experimentaciones usando una radio, aunque en esa ocasión simplemente pretendía utilizar el ruido blanco como portadora. La radio desintonizada y la antena desconectada, para evitar en lo posible interferencias externas. Desde hace un tiempo, intento hacer justo lo contrario: recoger con mi radio lo que pueda surgir en el espectro radioeléctrico. Es un asunto muy complicado, sobre todo para un neófito como yo, se han de tener ciertos conocimientos que me estoy preocupando por adquirir.

Se trata de pruebas relativamente complejas, en España el espectro radioeléctrico (las bandas de emisión dedicadas a la radio) está muy contaminado, tenemos decenas y decenas de emisoras que complican mucho el poder capturar algo con una cierta fiabilidad. Pero no por eso no me voy a aventurar a hacerlo, no voy a perder nada salvo el prestigio, ¡si lo tuviera!.

He dedicado mucho tiempo a estudiar el comportamiento de las ondas, rebuscar espacios libres de interferencias en todas las bandas posibles, y grabar minutos y minutos sin apenas resultados. Hasta hace unos días. Realicé una sesión de grabación conectando una radio directamente al ordenador, para grabar solamente lo que la radio recibiera, fuera micrófonos y aparatos intermediarios. Sintonicé la radio aproximadamente en la frecuencia de 7,5MHz de la onda corta, después de rebuscar un buen rato un hueco libre de emisiones. En un principio no se oía más que ruido, pero mientras grababa me di cuenta de que se colaba levemente una emisión que debía estar cercana a esta frecuencia. Un hombre y una mujer dialogando continuamente, si no me equivoco, en francés. No por eso iba a desechar directamente la grabación, aquí no se desecha nada hasta estar seguro.

En total grabé durante 12 minutos, un ruido infernal que parecía no esconder nada. La sorpresa vino cuando empecé a analizar el audio: atenué levemente el ruido provocado por la radio, respetando todos los demás sonidos. Las dos voces que oía en un principio aparecieron mucho más claras, no hay duda de que se trataba de una emisión normal y corriente. Pero entre tanto desbarajuste entre el ruido y el diálogo, empecé a darme cuenta de que había algo que surgía de vez en cuando, y que no parecía corresponder con esa emisión ni con ninguna otra. El dial de la radio no se tocó en ningún momento durante la grabación, ni se interfirió sobre la antena.

Extraje en total cuatro cortes, los expongo:

En el primero sucede algo extraño. El ruido de la radio casi se desvanece de repente, dando lugar a otro ruido mucho más tenue y pudiéndose escuchar algo que parece la voz de un niño, el sonido de algo metálico golpeando, o ambas cosas. Antes de escucharlo, recordaros que también se oyen otras voces, las que ya he mencionado antes y estoy seguro de que pertenecen a una emisora, pero no esto otro, que parece ir por otro lado.




Un minuto después, vuelve a surgir ese ruido metálico, esta vez más claro. Sí que parece un sonido metálico, aunque en esta ocasión recuerda a una campana. Sacad vuestras propias conclusiones:




Esta tercera anomalía es bastante singular, se trata de un conjunto de interferencias que parecen modular el ruido. Es bastante posible que tengan una explicación, pero yo ahora mismo no sé dársela, de modo que expongo el audio.




Y ahora es cuando tengo que parar. Los tres audios anteriores pueden ser curiosos, pero seguramente se queden en una simple anécdota. Pero lo que encontré casi al final de la grabación me ha dejado de piedra. Intentaré explicarlo lo mejor posible para que entendáis lo extraño del asunto.

Como ya he explicado antes, la radio estaba directamente conectada al ordenador con un cable. Es una radio portátil normal y corriente, no tiene micrófono ni capacidad para grabar sonidos, simplemente sintoniza ondas de radio, era totalmente imposible que se pudiera grabar ningún ruido que no procediera de la radio. Estaba sintonizada en la onda corta, poco usada por aquí pero sí que se pueden recibir emisoras, muchas de ellas extranjeras. La emisión que se me estaba colando era evidentemente extranjera, creo que francesa, por lo que durante todo el audio he tenido que omitir muchas cosas, salvo las expuestas hasta ahora. Y de pronto, me llama la atención una palabra que surge entre el ruido: "¿habla?". En ese momento paro la escucha y me quedo pensando, pero no porque me llamara la atención escuchar una palabra en castellano (que también), sino porque esa voz me resultaba escandalosamente familiar. Esto es lo que recogí:




La volví a escuchar, una y otra vez, y cada vez estaba más seguro de lo que parecía. Es mi voz. Es mi propia voz. Me he escuchado a mí mismo tantas veces en mis grabaciones que sé cómo es mi voz. De nuevo el ruido se atenúa justo antes de aparecer la voz y vuelve a surgir cuando acaba la palabra. ¿Cómo es posible que mi voz se haya podido grabar en esas condiciones? No había ningún micrófono, nunca los uso, la radio estaba conectada directamente al ordenador, así que ya podía gritar cuanto quisiera que no iba a registrarse. Siempre puedo estar equivocado, pero después de escucharla tantas veces y pensar mucho en ello, cada vez estoy más seguro de que lo es.

Ojo con esto, ¿qué consecuencias puede tener que haya podido registrar mi voz usando un método como éste? Si no encuentro la forma de rebatir lo que he grabado, las consecuencias son nada menos que reescribir mis pensamientos y teorías sobre el fenómeno de la transcomunicación. ¿Puedo haber sido yo mismo quien ha provocado inconscientemente ese registro? Decir "habla" es bastante habitual en mí cuando realizo sesiones de grabación de psicofonías. ¿Tiene la mente, o el subconsciente, algo que ver con todo esto? Hay quien sostiene que es así, y confieso que hasta hace no mucho me parecía una idea descabellada, pero nunca hay que descartar nada sin motivos, y ahora toca pensar en el siguiente paso.

Espero que este artículo os haya entretenido, y sobre todo, os haya dado en qué pensar. A mí desde luego me tiene un poco desquiciado el asunto. Me gustaría que compartiérais vuestras opiniones al respecto, os agradezco vuestros comentarios.

Jorge Liébana. Grupo D.R.E.S.