¡Volvimos sanos y salvos!

Tal y como adelanté en el anterior artículo, el sábado pasado visitamos por segunda vez el Seminario de Santa María de Los Ángeles. Un clima genial, y una visita campestre muy agradable gracias a las últimas lluvias. Pero vamos a lo que interesa.


Recorrimos el Seminario de arriba a abajo, descubriendo nuevos lugares y escondites que nos pasaron desapercibidos la primera vez. Nos lo tomamos con calma y disfrutamos mucho de la visita. Ha cambiado mucho en apenas un año, está más vandalizado si cabe. Es una lástima.

En cuanto a la investigación psicofónica, decidí que grabaríamos en varios puntos del edificio, en sesiones de no más de 2 o 3 minutos. Por desgracia, había mucho ruido ambiental como los manantiales de agua, pájaros trinando frenéticamente, y en el último momento, un gran rebaño de cabras (sí, cabras) que invadía el Seminario ante nuestro asombro. Pero en los pocos lugares donde pudimos encontrar algo de paz, los resultados acabaron llegando.

La primera grabación que os muestro la obtuvimos en la que llaman "Cueva de la Mujer Penitente". Si bien no es excesivamente clara, me he preocupado en lo posible por asegurarme de que no se trate de ningún ruido accidental. Como siempre, mi interpretación la dejo para mí, solo diré que podría tratarse de una respuesta inteligente. Grabamos un total de 3 minutos en ese lugar, lanzando preguntas al aire. Justo cuando digo a mis compañeros "haced preguntas" aparece la inclusión. Primero la oiréis tal cual la registró la grabadora, con mi voz incluida, y a continuación se escucha tres veces filtrada y amplificada. Juzgad vosotros mismos.




Esta segunda grabación surgió cuando dejamos la grabadora en la zona de la antigua capilla. Estuvo grabando durante 13 minutos mientras nosotros andábamos lejos del lugar. Sorprende especialmente por su claridad, y hay que decir que estábamos completamente seguros de estar solos en todo el edificio y que, por motivos evidentes, no alzamos la voz en ningún momento, y menos sabiendo que estábamos grabando allí, y por supuesto no oímos en ningún momento un grito semejante. Al igual que la anterior, la escuchamos una vez tal y como la recogió la grabadora y luego repetida tres veces, filtrada y amplificada, aunque sin modificarle nada se escucha muy claramente.




En esta última grabación podemos apreciar algo que si bien podría ser un simple ruido, no estoy completamente seguro. Justo después de la inclusión podemos oír la voz de un compañero. Fue captada justo antes de que volviéramos a recoger la grabadora, también en la capilla.




Si bien estas grabaciones no aclaran nada respecto al fenómeno en sí, son una prueba más de que existe. Personalmente, estoy bastante satisfecho con los resultados obtenidos aquel día y por supuesto seguiré investigando lo mejor que sé.

Espero que el artículo os haya gustado, o al menos quitado un poco el aburrimiento. Agradezco vuestros comentarios, opiniones y críticas de todo tipo (pero sin maldad, ¿eh?), gracias por leer el artículo.

Jorge Liébana. Grupo D.R.E.S.