Mis métodos de grabación de psicofonías

Antes de empezar con el artículo en sí, quiero aclarar que no soy más que un investigador aficionado. Mis medios son escasos y simplemente procuro hacerlo todo lo más meticulosamente posible con el material que tengo disponible.


Desde que tengo uso de razón, siempre me han apasionado los temas paranormales, pero nunca, hasta hace pocos años, me había propuesto indagar en ellos. Hasta entonces, todo se reducía a leer revistas temáticas, ver programas de televisión, escuchar programas de radio y buscar información y artículos en internet. Pero un descubrimiento casual me hizo pensar que yo también podría hacer algo más que empaparme de todo aquello, podría aprender y con los años quizá aportar mi granito de arena.

Hace unos tres años aproximadamente, me encontraba grabando una canción con el bajo eléctrico usando el micrófono del ordenador. Tras varias tomas, por fin conseguí la que quería y me dispuse a editarla para eliminar ruidos de fondo, añadir compresión y jugar un poco con los efectos. En una cuarta o quinta escucha, creí escuchar una especie de murmullo de fondo. Eso me desalentó, ya que pensaba que por fin tenía la toma definitiva. Pero tras escuchar ese murmullo varias veces, caí en la cuenta: ¿acaso no parecía una voz? Aislé como pude esa voz y la escuché repetidas veces, era una voz de hombre que parecía decir "¿esto qué es?". Reconozco que me puse un poco nervioso, eso no debería estar ahí. Yo estaba solo en casa y no recordaba haber oído a nadie, así que no podía explicar qué era aquello. Volví a escucharlo otro buen puñado de veces, y perplejo ante tan extraña circunstancia, decidí buscar información con la intención de saber si aquello podía ser una psicofonía o no. Pero mientras navegaba por internet ocurrió el "milagro": mi vecino tenía la televisión encendida, y aunque apenas se oía estaba claro que en algún momento debió subir el volumen y aquello quedó registrado. Me sentí estúpido, avergonzado incluso, por haber prestado atención a algo tan lógico y ridículo como aquello y no haber sabido lo que era desde un principio, así que no le di más vueltas.

Pero esa absurda experiencia hizo que llegaran a mi mente una serie de preguntas. Por aquel entonces el "mundo terrenal" me tenía bastante despegado de los temas paranormales, pero empezó a surgir de nuevo esa curiosidad que en el fondo he llevado siempre conmigo. ¿Y si realmente las psicofonías existen? ¿Y si yo puedo ser capaz de captar alguna? Tiempo después adquirí una grabadora digital, que a día de hoy es la que me acompaña en todas mis investigaciones de campo, y me puse manos a la obra.

Grabadora digital Sony ICD-P520

Al principio todo fue un caos. Mi impresionante conocimiento me decía que con darle al botón REC era más que suficiente, seguro que obtenía algún resultado. No había que tener en cuenta cosas como estar rodeado de todo tipo de ruidos incontrolables, pequeñeces como echármela al bolsillo y caminar, provocando un ruido ensordecedor por el roce del pantalón con el micrófono, ni siquera tenía que hacer caso a los parámetros de grabación tales como la sensibilidad y la calidad del audio. Todo saldría bien, todo surgiría por sí mismo.

El resultado no pudo ser más estúpido en mis primeras investigaciones. Nada que analizar, nada mínimamente audible o filtrable, megas y megas de basura en formato WAV. ¿Cómo podía haber sido tan descuidado? Me desanimé pronto, empecé a pensar que eso no era para mí. Pero un regalo muy especial en forma de libros que tratan las psicofonías me hizo ver que simplemente estaba metiendo la pata, y hasta el fondo. Todo se basaba en tener el mayor control posible sobre lo que me rodea, y saber manejar correctamente los aparatos que uso para experimentar. Tan fácil como eso, y tan difícil a la vez...

Cuanto más experimento, surgen más factores a tener en cuenta. Os voy a exponer los que a día de hoy me resultan determinantes a la hora de experimentar y validar una grabación:

  • DISPOSITIVO DE GRABACIÓN: Existen mil debates acerca de cuál es el mejor dispositivo para grabar, digital, analógico, magnetófonos de cinta abierta, etcétera. Pero eso lo voy a dejar para otro artículo, ya que es un debate muy extenso y aun más interesante. Hablaré sobre mi caso concreto: ya os he presentado a mi inseparable compañera de investigación, como la mayoría tiene distintas opciones. La más importante a tener en cuenta es la sensibilidad, realizar grabaciones en alta sensibilidad en lugares con mucho ruido ambiental como tráfico, viento, pájaros y demás es poco menos que un suicidio. No haber tenido en cuenta este parámetro me ha hecho equivocarme en incontables ocasiones, creyendo que había algo donde no lo había (las pareidolias, de las que también hablaré en algún artículo, ya que son la principal fuente de errores en este campo). Usar las grabadoras con la sensibilidad del micrófono alta nos puede ayudar a captar sonidos más lejanos o más débiles que con una sensibilidad menor, pero esto aumenta considerablemente el margen de error, de modo que solo recomiendo su uso en lugares realmente silenciosos, o con sonidos ambientales puntuales que podamos controlar y anotar para luego descartarlos. En el resto de casos, siempre usaré la sensibilidad baja, y en ocasiones hasta he tenido que desistir de grabar.
  • LUGAR EN EL QUE SE REALIZA LA GRABACIÓN: Esto da para otra discusión aparte, de modo que intentaré resumirlo. El lugar en el que realizamos una investigación psicofónica no tiene por qué ser especial. Es cierto que en estos últimos años se ha puesto de moda hacer investigaciones en lugares abandonados, sobre todo si han tenido un pasado trágico o se consideran encantados. Pero la realidad es otra, las grabaciones llevadas a cabo por distintos investigadores y otras tantas accidentales demuestran que no hay un lugar favorito o susceptible de producir el fenómeno, basta recordaros que en mi artículo "El origen de las psicofonías" explicaba que la primera psicofonía grabada se realizó en un bosque. Las hay en todas las localizaciones, lugares habitados, deshabitados, campo abierto, en la calle e incluso en el arcén de una carretera. Dicho esto, la mayoría de mis grabaciones las realizo en lugares abandonados por dos motivos: en primer lugar porque es un entorno medianamente controlable, puedes asegurarte de que no haya nadie y, si la situación lo permite, investigar a tus anchas. Y en segundo lugar, aunque no tenga una teoría a la que siga en firme con respecto a este fenómeno, procuro tener en cuenta las principales, y en caso de que las psicofonías fueran voces de los muertos o voces del pasado, no habría lugar más idóneo que un lugar abandonado con una historia o una leyenda detrás. Igualmente, he experimentado en campo abierto y en mi propia casa, obteniendo resultados que con el tiempo expondré.
  • RUIDO AMBIENTAL: El más peliagudo de los aspectos. Una grabadora de calidad baja-media no va a reproducir fielmente cada sonido que se produce, quizá una de gran calidad tampoco, pero mi economía no me permite averiguarlo. Si queremos tener una mínima garantía sobre lo que estamos grabando, es evidente que tenemos que controlar todos los sonidos naturales que se puedan producir durante la grabación. Cuando estoy en el lugar en el que pretendo experimentar, lo primero que hago es evaluar si el ruido ambiental es lo bastante tenue como para realizar la grabación. Ruidos de coches, voces de personas cercanas, el cantar de los pájaros, o el propio viento (mortal si incide directamente en el micrófono de la grabadora) tienen que ser tenidos en cuenta. Si los sonidos son demasiado fuertes, procuro descartar el experimento y no realizar ninguna grabación. Si son tenues o puntuales, anoto en una libreta cada ruido que voy escuchando mientras se realiza la grabación, para luego descartar todo eso en el posterior análisis del audio.
  • OTROS DISPOSITIVOS: En mis últimas grabaciones añadí como complemento una grabadora analógica de cassette. Personalmente, no pienso que las grabadoras analógicas sean mejores que las digitales para experimentar, pero, como dije antes, lo dejaré para otro artículo. La compré hace poco en una tienda de segunda mano, me llamó la atención porque tiene una función que permite grabar automáticamente cuando se produzca cualquier sonido. Me resulta interesante utilizarla simultáneamente con la digital por una razón: las psicofonías son sonidos que no escuchamos en el momento, pero quedan registrados y pueden ser reproducidos. Si resultara que las inclusiones psicofónicas se producen por una alteración del medio físico, en este caso actuando directamente sobre el micrófono o la circuitería de la grabadora digital, la grabadora analógica no debería ponerse en marcha en el momento en que quede registrado algún sonido que se pueda calificar como psicofonía. Es tan simple como estar pendiente, y cuando se active la grabadora analógica, anotar el segundo exacto de la grabadora digital en el que la otra se ha disparado. Si tengo una inclusión en la grabadora digital que no ha sido detectada en la analógica, estaré tras una buena pista. No es que descarte nada, porque tampoco se sabe si el fenómeno es capaz de actuar sobre un dispositivo concreto teniendo otros alrededor, pero creo que es significativo en caso de producirse.
    Grabadora Analógica Philips D6270.

Teniendo en cuenta todas estas cosas, podemos empezar a experimentar con un mínimo de rigor y control. Sobre cómo hacerlo, eso depende de cada uno. Ya que existen varias teorías sobre el origen de las psicofonías y no me posiciono sobre ninguna en concreto, suelo hacerlo de varias maneras dentro de una misma investigación.

Lo que más suelo hacer es dejar la grabadora en un sitio en concreto y esperar, libreta en mano, durante varios minutos. Puede ser positivo realizar varias veces esta operación en varios puntos distintos del mismo lugar, siempre anotando dónde se ha grabado cada pista de audio. Complementario a esto, podemos de nuevo retomar la teoría de las voces pasadas o de los muertos, y podemos lanzar estímulos para intentar provocar el fenómeno. A veces realizo preguntas "al aire", dejando entre ellas un razonable espacio de tiempo, y como método alternativo entablo una conversación con algún compañero sobre el lugar, su historia, y si hace falta, hablamos de temas banales. En cualquier caso, hay que seguir controlando el ambiente y no relajarse en ese aspecto, ya que podemos caer en un error si se nos cuela algún ruido y no sabemos interpretarlo posteriormente.

Algunos investigadores sostienen que las psicofonías son modulaciones sobre sonidos naturales ambientales. Es una teoría para nada descartable, al igual que las ondas de radio se componen de una frecuencia portadora que encierra dentro otra frecuencia que contiene el sonido en sí, no es nada descabellado pensar que esas voces y sonidos misteriosos se enmascaran o utilizan como vehículo cualquier ruido para propagarse y registrarse. Esto también explicaría que no podamos oirlas en tiempo real, pero sí una vez grabadas. Algunos aconsejan el uso del "ruido blanco" (típico ruido de una radio o una televisión analógica desintonizada) para ayudar a producir el fenómeno, pero lo cierto es que lo he probado en un par de ocasiones sin obtener ningún resultado positivo. No obstante, seguiré probándolo, ya que considero que no he utilizado ese método lo suficiente.

Todas estas pautas no garantizan que se vaya a obtener algo, lo que sí hacen es ayudar a interpretar posibles inclusiones psicofónicas que registremos. En mi caso concreto, la inmensa mayoría de las veces no obtengo nada, pero si dejáis a un lado el desánimo, cuando por fin aparece algo la emoción es aún mayor. A mí me vale la pena, aunque solo obtuviera una grabación mínimamente fiable en toda mi vida, compensaría todo el esfuerzo que supone.

Espero que este artículo os haya entretenido y, quién sabe, animado a experimentar por vosotros mismos. Agradezco vuestros comentarios al respecto.

Jorge Liébana. Grupo D.R.E.S.